miércoles, 7 de octubre de 2015

Reseña #26: Nocturna, Guillermo del Toro y Chuck Hogan

Un alto porcentaje de directores de cine toma parte, aunque sea de forma parcial, en la escritura de sus guiones. Sin embargo son pocos los genios del celuloide que se dejan cautivar por la palabra impresa y deciden ir más allá. Guillermo del Toro es uno de esos valientes, aunque detrás de su iniciativa se intuye un maléfico plan: la conquista de nuestra psique por todos los medios que la retina pueda soportar.

Nocturna es la novela debut del director y la primera entrega de La Trilogía de la Oscuridad (Nocturna (2009), Oscura (2010) y Eterna (2011)). Porque si te vas a iniciar en el mundo de la literatura, te inicias bien. Pero el mexicano no se quiso tirar a la piscina solito, empujó antes a Chuck Hogan para comprobar si había agua.

El nombre de Hogan queda eclipsado en la portada del libro y no porque lo hayan tipografiado en pequeño. Un Arial 72 se lee de sobra desde una distancia de 50 metros, pero después de citar al archisonado del Toro suena a poco. A pesar de ello, el escritor estadounidense no es un mindundi. Tras convertirse su primer libro The Standoff (1994) en un bestseller internacional, su obra Prince of Thieves: a novel (2005) fue adaptada en el largometraje The Town (2010) y reconocida por Stephen King como uno de los 10 mejores libros del año. 

A alguno se le va repetir más que un código binario el párrafo que viene a continuación, pero es mi deber de buena reseñadora dedicarle unas líneas a las proezas de Guillermo del Toro. El director mexicano es sobre todo conocido por su oscarizado film El laberinto del Fauno (2006), pero también destacan en su filmografía El espinazo del diablo (2001) o Hellboy (2004). Asimismo participó en la producción de El orfanato (2007) película rodada en nuestro país (en el bonito Llanes) y en la elaboración de guiones para la trilogía de El Hobbit.

A alguien se le ha ido la mano con el tabasco

La Trilogía de la Oscuridad resultó ser todo un filón de adaptaciones para distintos soportes. En 2011 el escritor David Laphamand y el artista Mike Huddleston decidieron transformar las novelas en comic, tomando el nombre original del primero de los libros, The Strain. En 2014 los libros llegaron a la pequeña pantalla, también nombrados a la americana.


Sinopsis

Un avión procedente de Berlín aterriza en Nueva York. Pero algo no funciona bien desde el momento en que toma tierra. Todas las luces del avión están apagadas, nadie responde a las llamadas de la torre de control, nadie contesta a los teléfonos móviles. Parece como si el avión estuviese muerto... Lo que al principio se considera un virus muy contagioso, pronto se revela como algo aterrador. Los "infectados" tienen sed y sólo quieren beber sangre. La epidemia se propaga a una velocidad de vértigo, y en pocos días toda la isla de Manhattan está invadida. Pero esto no ha hecho más que comenzar. Hay un plan siniestro para conquistar rápidamente todo el planeta. Los viejos vampiros han regresado. La lucha entre el bien y el mal vuelve a encarnarse en estas criaturas tan antiguas como actuales. La desigual lucha entre estos seres sobrenaturales y una raleada banda de héroes humanos nos arrastra a una historia llena de acción, alianzas, traiciones y batallas que nos hace reflexionar sobre la condición humana en la mejor tradición de las películas de uno de sus autores, Guillermo del Toro.

Nocturna es un thriller post apocalíptico que nos presenta a unos vampiros zombificados sin que se note el corta y pega interespecie. Nada de rostros eternamente bellos ni de brilli brilli en la piel. Guillermo del Toro le da una vuelta de tuerca a los chupasangre de toda la vida, los despoja de su lado sensible convirtiéndolos en auténticas aberraciones. No enfoca el vampirismo como un don, sino como una infección. Y es aquí donde la microbiología gana protagonismo. El autor director se saca una pandemia de debajo del brazo pero trata de documentarla dándole, dentro de lo posible, credibilidad. 


Reseña

La acción comienza en el aeropuerto internacional John F. Kennedy cuando el vuelo 753 de Regis Air se detiene en la pista, completamente a oscuras, tras un aterrizaje sin aparentes complicaciones. La dantesca escena que tiene lugar en el interior del avión hace saltar las alarmas: se encuentran 200 cuerpos sin vida, sin señales ni marcas de violencia, plácidamente recostados en sus asientos y con el cinturón de seguridad abrochado. Muertos sí, pero precavidos también.

Antes de comenzar a correr en círculos agitando mucho los brazos las autoridades deciden calibrar la magnitud del asunto. El JFK se llena de tantos agentes del SWAT, TSA y CDC que parece que van completar el abecedario. En medio de este batiburrillo de siglas encontramos a dos de los protagonistas, Ephraim Goodweather, notable epidemiólogo, amantísimo padre y exmarido regulero, y su más que compañera de trabajo, Nora Martinez.


Debajo de sus párpados había aparecido una membrana nictitante, y un segundo párpado translúcido se cerraba debajo del primero, deslizándose horizontalmente a través del ojo. Era como una catarata espesa eclipsando sus pupilas negras, cerrándose sobre su mirada salvaje y aterrorizada.

A lo largo de la novela, la lista de fallecidos va disminuyendo. A la trama le debemos descontar cuatro supervivientes, sumar un enorme ataúd  y multiplicarlo todo por un eclipse solar, que no aporta nada pero queda bonito.

¿Qué transporta el avión fantasma? ¿Es un veneno letal? ¿Es un virus? ¿Es un bote de champú fuera de su bolsita de seguridad? No, son unos simpáticos gusanetes que brincan y retozan en los órganos necrosados de las víctimas. Los autores juegan con la ciencia para encontrarle una justificación biológica a la condición vampírica.

A pesar de la vulnerabilidad lumínica y de su sanguínea dieta, los chupasangre de Nocturna comparten pocas características con los strigoi clásicos. Son criaturas lampiñas desprovistas de la belleza que se les suele atribuir. Los autores tampoco contemplan los colmillos como utensilios de cocina, un aguijón retráctil enchufado directamente al gaznate es todo lo que necesitan para alimentarse. Por otro lado, el libro también echa por tierra la faceta chic de los vampiros con varias menciones a su sistema excretor.

Quienquiera, o lo que sea, que estuviera en ese avión … se pegó una cagada descomunal en la cabina.

Pero para marrón en el que Eph y Nora se encuentran metidos de lleno. Tratan de resolver un puzzle epidémico encajando piezas inverosímiles que acaban por cobrar sentido gracias a un anciano prestamista con una leche muy mala, Abraham SetrakianA partir de aquí, como es de manual en este tipo de historias, los protagonistas comienzan a actuar por su cuenta, motivados por el noble sentimiento de salvar a la humanidad. Al trío de la muerte se le une un cuarto integrante, Fet, Vasily Fet, exterminador de ratas. Armados con proyectiles de plata y lámparas UVC comienzan a buscar el foco de la infección, pasando por encima de unos cuántos cadáveres sedientos de sangre, los cadáveres, no ellos..
Empecé este libro con una ceja levantada pero poco a poco, a medida que iba pasando las páginas, volvió a su sitio habitual. Soy bastante escéptica con la literatura vampírica,  porque se han explorado y explotado tanto sus posibilidades que deja muy poco margen a la imaginación. Pero el duo del Toro - Hogan ha demostrado que ahí aún quedan hilos de los que tirar. Sin embargo, he de decir que no estoy segura de considerar esta obra como una novela de vampiros. El componente post apocalíptico es muy fuerte, y reforzado con las pocas luces de las criaturas convertidas, hacen que se aproxime peligrosamente a la temática zombie.

Del Toro lleva Nocturna a su terreno; recrea con sencillas palabras el ambiente oscuro, agobiante y plagado de monstruos que tanto le gusta. Abrir este libro es como pulsar un botón de “play”. Con una narración fluida los escritore recrean escenas en las que nos podemos hasta imaginar los giros de la cámara. Por citar un contra voy a mencionar el goteo de personajes irrelevantes. En la narración se intercalan varias historias paralelas que avanzan a la vez, generando un amasijo de nombres que no tienen mayor trascendencia. 

En definitiva Nocturna es buen libro (ya os contaré si una una buena trilogía) que no exige requisitos previos para su disfrute. Los fans de Guillermo del Toro no tendrán que pasarse una hora y media a oscuras para disfrutar de su arte y los amantes de lo sobrenatural descubrirán que no sólo los vivos plantamos abetos.

4 comentarios :

  1. Hola!!
    Muchas gracias por la reseña, me ha gustado mucho :D
    Este libro lo leí hace tiempo porque me lo recomendaron, y la verdad es que me gustó mucho, lo que no sé es por qué no leí los demás. Tengo que cogerlos en la biblioteca y leerlos, a ver si saco tiempo.
    Saludos, nos leemos! <33

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    1. Muchas gracias por pasarte y echarle un ojo a la reseña :) La verdad es que yo en cuento pueda me voy a poner con el resto de la trilogía, a ver qué tal. Por el momento ya me he empezado a ver la serie, y al menos lo que llevo de la primera temporada me está gustando. Se parece bastante al libro, así que creo que es altamente recomendable.

      ¡Un saludo!

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  2. Hola, pues no lo conocía, pero me gusta creo que seria un libro que disfrutaria, gracias por la reseña, nos leemos;D

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    1. Gracias a ti por pasarte! Si te gustan las lecturas post apocalípticas creo que la disfrutarás. No tanto si te gustan los libros de vampiros, porque del Toro se carga el mito del vampiro clásico. No obstante es un enfoque diferente e interesante. Y si te da pereza ponerte con el libro siempre puedes echarle un ojo a la serie ;)

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