Vamos
a jugar a un juego: mito o realidad. Papá Noel, ¿mito o realidad? Tomarse un
café por 80 céntimos, ¿mito o realidad? Lamer tu propio
codo, ¿mito o realidad? En ocasiones es difícil escoger una de estas opciones,
ya que muchos mitos fueron de algún modo realizados y la realidad es a menudo mitificada.
Algo así es lo que ocurre con Erzsébet
Bathory (Elisabeth, si se prefiere la transcripción inglesa). A pesar de
haber sido un personaje real, son muchas las macabras leyendas que giran en
torno a su figura, habiéndose ganado con el paso del tiempo el sobrenombre de Condesa Sangrienta. Considerada como el
alter ego femenino de Vlad el Empalador, se creía que esta mujer tenía una
extraña obsesión por la sangre y la juventud. Antes de empezar a reseñar La Condesa, de Rebecca Johns, quisiera
repasar brevemente su leyenda.
Varios
textos señalan que la sociopatía de la condesa se desencadenó al verse
salpicada por la sangre de una sirvienta. Aunque parece que ya antes llevaba a cabo pequeñas prácticas sádicas con las doncellas, a modo de castigo, como clavarles agujas debajo de las uñas. Al creer que el
contacto de su piel con la sangre de las jóvenes la hacía rejuvenecer,
comenzó a practicar encarnizados rituales. Sus criadas de confianza, Dorkó e
Ilona Jó, se dedicaban a embaucar adolescentes, o a secuestrarlas si se negaban a sus buenas formas, para estos ejercicios. Al principio las chicas procedían
de familias pobres, pero los campesinos comenzaron a recelar de las extrañas
muertes producidas en el castillo de la condesa. Animada por su ambición
empezó a aprovecharse de muchachas de la nobleza cuya ausencia dejó de pasar desapercibida llegando a oídos del rey Matías II. Fue investigada y finalmente acusada por la tortura y asesinato de más de 650
doncellas. Puesta bajo arresto domiciliario en su palacio de Csjethe murió algunos años después, en 1614.
Aunque
todas las historias de la Condesa Sangrienta coinciden en que se bañaba en la
sangre de sus sirvientas, hay una amplia gama de actividades con las que se
puede complementar esta práctica. En la sección de torturas destaca el uso de
artilugios especializados en el dolor, como la Doncella de Hierro, una dama
metálica con un mecanismo clava puñales. La condesa también disfrutaba
quemándoles los genitales a las doncellas con atizadores enrojecidos al fuego o
bebiendo su sangre a mordiscos. La magia negra o la alquimia también son algunas de las opciones que se nos plantean. Las mentes
más morbosas sugieren que Bathory mantenía relaciones sexuales con las
muchachas. Asimismo, quizás como calentamiento, tras el baño les ordenaba lamer
su piel, porque el poder absorbente de las toallas (y eso que aún no existía Scottex) limitaba el efecto rejuvenecedor de la sangre.
Sinopsis
El
libro de La Condesa es una novela
histórica en la que no se mencionan los cruentos castigos que he citado. Es
cierto que hay algún episodio violento, pero son bastante escasos y están narrados
sin profundizar en la visceralidad del asunto. Aunque en esencia todos los
datos son reales, la autora introduce algunos acontecimientos de su cosecha
propia (como los deslices amorosos de Bathory) que ayudan a hacer más amena la
lectura.
En
los agradecimientos Rebecca Johns cita dos libros que suponemos que ha empleado
para documentarse: Countess Dracula: the life and times of Elisabeth
Bathory, the Blood Countess, de Tony
Thorne, y Beloved children: history of
aristocratic childhood in hungary in the early modern age de Katalin Péter.
El primero de estos libros data de 1998 y ha sido tomado como referencia en
varias ocasiones (una de ellas es la entrada de la Wikipedia de Erzsébet
Bathory).
En 1611, la condesa Erzsébet Báthory, una poderosa mujer de la nobleza
húngara, contempla impotente a los albañiles cerrar a cal y canto la torre de
su castillo, condenándola así a vivir el resto de sus días en un solitario
encierro. Sobre ella pende la una acusación tremenda: la de haber asesinado
cruelmente a docenas de mujeres, fundamentalmente muchachas jóvenes, torturadas
hasta morir por no haber sido capaces de complacerla. Pero antes de morir, la
llamada Condesa Sangrienta cuenta a su único hijo su propia historia: su
infancia en el seno de una familia poderosa; el dolor de perder a su padre
siendo aún joven; la desgracia de verse en un matrimonio arreglado y también la
sorpresa al descubrir en su fortaleza de carácter y su capacidad sanguinaria a
un marido admirado y amantísimo
Sinopsis
Tras un pequeño fragmento de Blancanieves a modo de introducción y una lista con los personajes y su cometido, nos introducimos en la novela. Es la propia Erzsébet quien narra la historia a través de las cartas que le escribe a su hijo Pál desde Csejthe, donde se encuentra recluida en una habitación tapiada. No comprende muy bien por qué se le acusa, pues ella no hizo nada "a lo que no tuviese derecho por linaje o título", por ello decide descubrirle a Pál su versión de los hechos.
En 364 páginas recorreremos la Alta
Hungría entre 1570, cuando la condesa tenía 11 años, y 1611 fecha en la que empezó a escribir las cartas. El marco
histórico de la obra está muy bien logrado, la autora nos ubica en el tiempo sin
abrumarnos con detalles de guerras y conquistas, porque en aquella época
Hungría estaba movidita. El reino húngaro se hallaba dividido en tres partes en
continua tensión: una gobernada por los turcos, otra por los Habsburgo y otra,
el Principado de Transilvania, que a pesar de estar bajo tutela otomana pretendía
reunificar Hungría a su favor.
Erzsébet Bathory fue la segunda
mayor de 4 hermanos y la primera en concertar su matrimonio con Ferenc Nádasdy,
quién sería conocido como el Caballero Negro de Hungría por sus proezas bélicas. Con tan sólo 11 años
fue separada de su madre y hermanos y enviada a Sárvar, junto a su nueva familia. A sus deberes como futura condesa se le unían las preocupaciones propias de la juventud, lo que nos deja unas cuantas páginas llenas de amor e inseguridades.
Siendo como era la señora de la casa debía mantener el orden y comenzó a
castigar a las doncellas rebeldes, que robaban o que se jactaban de haberse
acostado con su marido. Fueron esas represalias las que acabaron por acercarla a Ferenc, quien tras de 10 años de matrimonio se mostraba frío y distante. El matrimonio Nádasdy - Bathory dio cuatro
retoños, dos de los cuales murieron por la peste. Años más tarde llegó Pál,
el destinatario de las cartas, quien al ser el único hijo barón que le quedaba
a la condesa se convirtió en su tesoro más preciado. Aunque no sabemos si la historia entre Erzsébet y Ferenc sucedió tal y como la cuenta Johns, pero anima sin duda la novela, alejándola de los aburridos escritos históricos con muchas fechas y anotaciones a pie de página.
Hice que Darvulia trajera una tinaja de miel, y mientras los guardias sujetaban a la chica por los brazos, Darvulia la derramó encima de ella, sobre la cabeza, sobre los hombros, sobre los pechos. La miel fue chorreando, embadurnándola de oro. Incluso antes de que los guardias le soltaran los brazos, la miel ya estaba atrayendo a todos los insectos de Sarvar.
Tras la muerte de Ferenc la condesa demostró ser una excelente administradora de la herencia de su marido, aún con las dificultades económicas que le había supuesto un préstamo a la corona que nunca fue devuelto. Bathory trató de encontrar de nuevo
el amor en los brazos de Gyorgy Thurzó, palatino del rey y amigo de su marido, pero la cosa no llegó a buen término.
Yo era quien
protegía lo que el matrimonio y la sangre habían comprado, yo era amo y señora
al mismo tiempo.
A estas alturas los castigos a las doncellas eran cada
vez más frecuentes y brutales. Sus sirvientes más fieles, Dorottya (Dorkó), Ilona Jó y Ficzkó la ayudaban con gran devoción en esta tarea. El número de muchachas muertas ascendía peligrosamente y la excusa de la peste se les empezó a quedar pequeña, despertando las sospechas del pastor y de la gente del pueblo.
Si os interesa este célebre personaje me parece que La condesa es una lectura recomendable. Los datos históricos son precisos
y están narrados de forma que no resultan aburridos ni pesados. Sin embargo, si estáis buscando una historia violenta, con vampiros y magia, os decepcionará. Rebecca Johns le da un enfoque distinto a la Condesa Sangrienta, nos presenta un personaje humano, que sufre y se enamora, con el que llegamos a sentir cierta empatía. ¿Era de verdad Erzsébet Bathory una brutal asesina obsesionada con la belleza y la juventud? ¿O realmente se vio presionada por su entorno a perpetrar los espantosos crímenes de los que la acusa?
Ya había leído la leyenda de esta Condesa y me pareció muy malevola cuando vi que hablabas de un libro sobre ella pensé que trataría de eso, pero tienes razón acaso en realidad la frustración hizo que realizara tales actos de asesinato , a pesar de que no me gustan las novelas históricas me has dejado intrigada, muy buena reseña y ya te sigo :D
ResponderEliminarLa verdad es que yo también tenía una imagen un poco monstruosa de la condesa. Es una leyenda bastante explotada en historias de vampiros o de terror en general, y esto es lo que se nos queda.
EliminarEste libro le da un giro a todas esas historias y hace la violencia de Bathory un poco comprensible. Tú imagínate en una casa que no es la de tu familia, rodeada de un montón de chicas que cotillean sobre ti, se pelean, roban y se acuestan con tu marido. A lo mejor no te las cargabas, pero un tortazo con la mano abierta seguro que les caía. También hay que tener en cuenta que los castigos en aquella época eran un poco más brutales (de hecho hay un capítulo en el que el padre de Erzsébet castiga un gitano y telita).
Es un tema interesante para debatir, porque no sabemos qué condesa es la real, ¿la de los baños de sangre o a la que se le iba la mano haciéndose respetar?
Hola! No conocía este libro, pero la verdad es que has conseguido que me llame la atención, y eso que no suelo leer novela histórica pura.
ResponderEliminarParece interesante, además de que conozco a un amigo al que seguro que le encantará saber de este libro.
Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado (con mayúsculas imaginarias) el diseño. Es precioso, de verdad.
Me veréis por aquí a menudo y os invito a pasaros por mi blog si os apetece n.n
Besos gatunos!
Jo, gracias por lo del diseño :3 He intentado que quede un poco espacial, ya me entiendes. Y gracias también por el comentario.
EliminarTe animo a que leas el libro porque es bastante ameno, no tiene nada de esas novelas históricas pesadas que cuentan hechos de un modo impersonal. La autora se moja bastante dándoles carácter a personajes históricos tan conocidos. Además tiene muchos diálogos que la hacen muy fácil de leer.
Espero que nos leamos más a menudo ^^
¡Hola! no me suelen llamar demasiado este tipo de libros, pero no descarto leerlo.
ResponderEliminarUn beso.
Como ya he comentado no es un coñazo histórico, entretiene y con él puedes aprender algo nuevo. Yo tampoco soy muy dada a las novelas de este tipo pero esta me ha gustado (aunque quizás ayude el interés que me despierta la condesa Bathory).
EliminarMuchas gracias por tu comentario, si te animas con él espero que compartas tu opinión. Nos leemos^^