domingo, 3 de enero de 2016

Reseña #35: Tierras de luz, tierras de sombra, María Martínez Ovejero

Poneos las botas y el chubasquero que hoy toca excursión. Vamos a conocer un poquito más de la literatura actual autóctona paseándonos por los fantásticos mundos que nos presenta una jovencita toledana, María Martínez Ovejero. No os sorprenderá esta visita por el género de la fantasía, tan de moda entre las nuevas generaciones de autores y autoras, quizás porque el público lo demanda o simplemente porque es más entretenido de escribir. Sea como fuere, no nos vamos a quejar de que la espada y brujería se esté dando tan bien en tierras castellanas.

María Martínez Ovejero se introdujo en el mundo de la literatura con Recuérdame, un romance juvenil publicado en 2014. Sin apenas tiempo para saborear las alegrías y escupir las decepciones de su obra, al año siguiente, en 2015, publicaba Tierras de luz, tierras de sombra.

Es difícil ser innovador con algo que ya funciona. Si los elfos, los enanos y los apuñalamientos por la espalda van bien, ¿por qué cambiarlos? De leerlos hasta la saciedad hemos empezado a considerar estos elementos (y otros muchos) como los pilares del género fantástico, llegando a olvidar que una novela puede considerarse dentro del mismo sin tanto despliegue de razas inhumanas. María se ha atrevido a romper con las tramas convencionales (esas que autores clásicos nos han dejado en herencia casi a modo de manual y que tan bien seguimos amortizando) para escribir una historia bastante original. Sin embargo, este alarde de imaginación tiene su precio, la autora parece haber vendido el carisma de los personajes a cambio de un buen argumento. A pesar de los contras, no le quiero quitar mérito a la toledana, me parece que su acercamiento a la fantasía es más que aceptable; su novela se deja leer (un libro acabado y reseñado, que no es poco), y, oye, mucho menos pueden decir otros escritores de sus primeras obras.


Sinopsis

Dos mundos unidos por un portal. De un futuro que no podía cambiar, a otro cuya supervivencia dependía solo de su decisión de luchar. Adelle emprenderá un viaje con una misión, y descubrirá la amistad, el valor y la magia, pero también el miedo, el peligro y... ¿la traición? Cuatro gemas, cuatro magos, cuatro pruebas y único objetivo: devolver la vida a una reina que pondrá fin a la oscuridad.

Llega María con las rebajas, nos ofrece magia y aventuras, no en uno, sino en dos mundos. Además, en Tierra de luz, tierras de sombra encontraremos a una protagonista femenina con nombre de cantante pop y la promesa de un montón de intrigas y conspiraciones,  así como, aunque no se mencione, la pequeña dosis de romance que todos sabemos siempre acompaña en estas novelas. A alguno se le habrán puesto ya los dientes largos porque esta sinopsis es un reclamo bastante efectivo, ¿le hacemos la prueba del algodón?



Reseña

Adelle nunca fue una niña gorda, pero ello no la libró de una infancia turbulenta. Tras la muerte de su madre y el suicidio de su padre fue adoptada por su padrino, quien la crió como a una hija. Y tanto se integró en la familia adoptiva que llegó a enamorarse del hijo de este, Guy.

Nuestra protagonista crece codeándose con la jetset francesa de, intuimos por el marco histórico que la autora explica brevemente, mediados del siglo XVIII en la localidad de Chantilly. Adelle toca el piano, monta a caballo, se esconde entre los matorrales,… hasta que un día, oh, desgracia, descubre por accidente que su amado Guy va a casarse. Ella, muy triste y enfadada se va a pasear por el jardín moviendo muchos los brazos hasta que, por circunstancias de la vida, acaba en otra dimensión. Y es aquí donde empieza la aventura. 

El niño le cogió la mano y tiró de ella hacia el balcón. Le siguió sin oponer resistencia, como una autómata. Nada más salir  al exterior, ante su mirada atónita se mostró un escenario sobrecogedor. Bajo ella se erguía una ciudad azul, con construcciones  de piedra del color del cielo al amanecer, rodeada por una muralla que la separaba de bosques cuya espesura hacía parecer la vegetación del más bruno azabache. 

Adelle, que pasa a llamarse Ailén (porque al parecer su nombre es tan feo que en este mundo esta prohibido), aterriza en el Reino de Dhirnam, uno de los cinco Reinos de la Luz, como una suerte de elegida; ella es la única capaz de prevenir una guerra inminente. La Reina Nívea regentaba los reinos de la superficie, habitados por magos y humanos, mientras que su hermana, la Reina Oscura, gobernaba en los reinos subterráneos o Reinos Oscuros, hogar de malvados y terribles devoradores de almas, los Aldrieds. Ambas damas perecieron en una cruda batalla, de esas de dimensiones épicas, quedando sus almas selladas en cristales. 

Antes de la llegada de Ailén, los Aldrieds habían comenzado a reunir los cristales oscuros para revivir a su soberana. Así, para no quedarse atrás, los habitantes de los Reinos de la Luz deciden contar con la ayuda no voluntaria de la muchacha para recuperar las cuatro gemas que encierran la esencia de su reina. 
Ailén se quiere hacer con todos.
Tras la negativa inicial Adelle acaba aceptando su destino, y a se empieza a patear los cuatro Reinos Exteriores junto a los que serán los portadores de las gemas: Nolan, un mago de aire, Maiwen, de agua, Youri  de fuego y Aithfrid de tierra. Aparte de la revolución hormonal y de los ataques de sus enemigos cuentan con otra pequeña dificultad: resulta que los Aldrieds tienen la excepcional característica de poseer ojos verdes, lo que les hace destacar entre los demás habitantes de la superficie. ¿Adivinad quién más los tiene de este color?

Entre estocada mortal y kame hame ha, en el grupo se forjará una amistad de las de cuento, aunque bonita, en ocasiones parece demasiado forzada. Poco a poco iremos conociendo más del pasado y carácter de los personajes, aunque de la mayoría, no hay demasiado que rascar. Nolan es un tipo frío, de pocas palabras y sentimientos, Aithfrid es un niño mono con mofletes para pellizcar y Maiwen simplemente está ahí. Youri es quizás el más carismático y el que más morbillo le va a dar a la narración gracias a su relación amor odio con Ailén. De los atributos de la protagonista no voy a hablar porque me faltaría párrafo, aunque ya os podéis imaginar que trata de una super heroína (aunque no de las causan adicción) con todo muy bien puesto.

La autora captará nuestra atención a ratos; hará que nos planteemos si los malos son tan terriblemente malvados y si los buenos deberían ser beatificados. Dilemas morales a un lado, para mí lo más destacado de la obra ha sido el final que, al contrario de los estereotipados personajes, pilla por sorpresa hasta al más avispado. Las últimas páginas dan un giro completo a la historia, aunque el desenlace queda un poco en el aire, ¿o quizás deja el terreno ya preparado para una segunda parte?

No, Tierras de luz, tierras de sombra no me ha rechiflado, aunque he de reconocer que me ha  entretenido. Por el amor naive y la exaltación de la amistad creo que es más indicado para un público juvenil que para los acostumbrados a las novelas de fantasía al uso, con su crudeza y sus escenas subidas de tono.

La narración es sencilla, hay muchos diálogos y en general la historia, con la excepción de los muchos y retorcidos nombres de los tipos malos, es fácil de seguir. La escritora hace las descripciones justas, sin ralentizar la trama, aunque hay algunos párrafos que pecan de defecto: la acción parece apresurada y es fácil saltarse algún detalle. También es inevitable apreciar el gusto de la escritora por las descripciones del físico de los personajes, especialmente de las vestimentas,  a menudo minuciosas y bastante útiles como ayuda a la imaginación del lector.

El traje que llevaban estaba formado por una levita negra con terminaciones en seda, con dos filas de botones, tan solo con valor decorativo, y un pañuelo de seda blanco que Ailén había doblado adecuadamente a petición de Grenia en el bolsillo. Los pantalones eran negros, sin pinzas. El chaleco era de piqué marfil. La camisa, blanca y con el cuello vuelto en lo alto, y con las puntas plegadas hacia el exterior. Los puños, cerrados por gemelos, asomaban por los de la chaqueta. La pajarita era de piqué blanco, como el chaleco. Los zapatos, negros con cordones.

Y a pesar de mi opinión sobre este libro creo que si buscáis una fantasía diferente, ligera y escrita en castellano, esta podría ser una opción. A Maria Martínez Ovejero se le notan ganas y seguro que con sus próximas novelas irá forjando un estilo muy original y sobre todo, muy suyo.


4 comentarios :

  1. ¡Muchísimas gracias por vuestro tiempo y por la reseña! Espero que si volvemos a encontrarnos en esto pueda agradaros más.
    Un besote.

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    1. Muchas gracias a ti por dejarnos leer tu libro y por tomarte la molestia (y la paciencia) para leer la reseña. Te deseamos lo mejor con esta novela y con las futuras ;)

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  2. ¡Hola! ¿Qué tal se te presenta este 2016?

    Este libro, y lo confieso, leía su sinopsis y su portada y no me llamaban, me parecía mucho rollo. Pero por alguna extraña razón tu reseña (Que por cierto, me ha gustado bastante) hizo que añadiera al instante este libro a mi lista TBR. Espero que este libro me guste mucho ya que, y aquí va otra confesión, tengo expectativas muy altas de este libro ¡Gracias por compartir! Espero poder leerlo pronto.

    Te mando un montón de abrazos, y me paso pronto por aquí de nuevo.
    Si te apetece, ya sabes que te estaré esperando en Más que solo libros ❤

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    1. Me alegro mucho que la reseña te haya animado a leer el libro. Si te gusta la fantasía juvenil pero buscas algo que se salga de lo común (lo ahora mainstream) sin duda disfrutarás de esta novela por lo diferente de su trama. Muchas gracias también por pasarte por el blog, en nuestro barco siempre serás bien recibida :D

      Me he pasado y quedado con tu blog, así que nos leemos pronto. Esperamos que en el 2016 podamos reseñar muchos libros para descubrir y que descubráis nuevas lecturas. Mucho ánimo para ti, tus libros y ese más ("Más que solo libros") este año.

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