domingo, 25 de octubre de 2015

Escritoras que están de miedo

La idea de esta entrada me la dio una de esas noticias virales de Facebook con muchos me gusta y poco contenido. Como suele suceder se presentaba con la categoría de Breaking news un suceso que ya tenía sus años. Aunque muchos usuarios, entiendo que por no dejar mal a los autores del suceso, se quisieron hacer los sorprendidos poniendo carita de comerse un kebab.

Con el rimbombante título de “Encuentran 9.000 escritoras españolas ocultas”, en la falsa primicia se nos relataba cómo un grupo de investigadoras de la UNED había llevado a cabo la ardua y noble labor de recopilar en una base de libre acceso (BIESES, Bibliografía de Escritoras Españolas), los datos y obras de unas 9.000 escritoras nacidas entre los siglos XV y XVIII.


Pensando que había hecho el descubrimiento del domingo, me inflé en la silla como un globo de helio. Con el ratón bien agarrado para no salir volando compartí la noticia en mi muro, sintiéndome, por supuesto, más mujer (porque yo me cago en el patriarcado al menos una vez por semana para que no cuestionen mi condición biológica). Pero cuando me puse a indagar más sobre el tema, me llevé un chasco. El acontecimiento en cuestión llevaba gestándose más de 10 años y yo había dejado claro que no estaba en la onda.

Es cierto que este tipo de noticias no son muy informativas en sí, pero despiertan el apetito del saber. Así, con una pasión renovada por la mujer escritora me planteé esta entrada.

Hagamos un pequeño ejercicio: entrad en una librería cualquiera y localizad la estantería que más libros firmados por féminas contenga. Posiblemente acabaréis en la sección de romántica, quizás un poco desviados hacia la juvenil. Es cierto que ahora las mujeres están rompiendo el tópico de que son ellos quienes llevan la varita, pero en comparación hay muy pocas que se atrevan con la fantasía, la ciencia ficción y, aún menos, con el terror. Si consumimos estos géneros, tanto o más que los hombres (a los datos de las encuestas me remito), ¿por qué son tan pocas las que se dedican a plasmarlo por escrito?


Escritoras de miedo

Todas las mujeres que aquí menciono están de miedo. Además de ser unos cañones de sus respectivas épocas, asustaban con la pluma y el papel que da gusto.

He tratado de hacer una breve selección de las autoras clásicas más relevantes en la historia de la literatura de miedo. Echaréis de menos muchos nombres pero he querido centrarme tan solo en el terror que te revuelve las tripas más que una caja de Special K. Nada de romance sobrenatural, lo siento señorita Rice.

Poco se habla de Ann Radcliffe (1764 - 1823), una novelista británica que inspiró obras de autores de la talla de Poe o Dickens. Radcliffe era una dama de clase acomodada, esposa de un editor de periódico, que al no tener hijos decidió dedicarse a la escritura para matar el tiempo y algunos personajes. A falta de retoños de carne y hueso, la autora tuvo una exitosa descendencia de papel, convirtiéndose en la madre de lo que hoy entendemos por novela gótica. Los misterios de Udolfo (1794) y El italiano (1796) son sus únicos escritos traducidos al castellano, pero cuenta con otras interesantes producciones iliterarias como The romance of the forest (1791) o A sicilian romance (1790)


No me puedo olvidar de la archiconocida Mary Wollestonecraft Shelley (1797 - 1891) y su Frankstein o el moderno Prometeo (1818). El alcance de esta obra, publicada a sus 20 años, la convirtió en pionera  por su condición de mujer y sirvió para sentar las bases de la ciencia ficción contemporánea. Mary Shelley estuvo rodeada de letras toda su vida, ya que tanto sus progenitores como su marido, se dedicaban a la escritura. El matrimonio Shelley tuvo que superar varios dramas, empezando por el rechazo social que había suscitado el inicio de su relación, pues él ya estaba casado. Celebraron la boda aprovechando el afortunado suicidio de la mujer del señor Shelley, pero las desdichas continuaron con la muerte de varios hijos no natos. Sin embargo, ello no le impidió a la pareja consolidar un tandem perfecto, no sólo en el terreno personal sino también en el profesional, donde colaboraron codo con codo. Tras 6 años de matrimonio Mary perdió a su marido, que falleció ahogado, y se volcó en su carrera como escritora, de la que surgieron novelas como El último hombre (1826), biografías y poemas, hasta su prematuro desenlace causado por un tumor cerebral.


Daphne du Maurier (1907 - 1989) es quizás conocida por la gran cantidad de adaptaciones cinematográficas que dieron sus novelas, entre las que se encuentran Rebeca (1938), Los pájaros (1952) y Jamaica Inn (1937), todas ellas dirigidas por Hitchcock. Daphne tuvo una meteórica carrera como autora (al igual que Mary Shelley publicó su primera novela con 20 añitos) propulsada por su tío William Beaumont, redactor de la revista "Bystander" en la que había decidido incluir los textos. Contrajo matrimonio con sir Frederick Arthur Motague Browning un héroe de guerra de nombre y bolsillo amplios con el que se fue a vivir a una mansión del siglo XVII. El caserón, que era tan grande que hasta tenía nombre, Menabille, le sirvió a la autora de inspiración en alguna de sus obras. Tras enviudar, en 1969, du Maurier recibió el título de Dama de su Majestad en reconocimiento por su obra literaria.



Según Wikipedia Shirley Jackson (1916 - 1965) influyó notablemente en autores contemporáneos de renombre, como Stephen King. Además de novelas, entre las que descartan La lotería (1948) o La maldición de Hill House (1959), escribió cuentos para niños y una obra de teatro basada en Hansel y Gretel. Padecía neurosis y falleció a los 48 años de un ataque al corazón. Pocos datos más se encuentran sobre la escritora estadounidense en la red, pero a mí me ha llamado la atención uno en particular: la curiosa estrategia de marketing llevada a cabo para promocionar su primera obra, The Road Through the Wall (1948). La campaña promocional consistía en que su marido la acusase públicamente de practicar brujería, así como en serio pero en realidad era broma. 



Alice Sheldon (1915 - 1987) fue artista gráfica, pintora, crítica de arte y miembro del grupo de foto inteligencia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (sea lo que sea). Pero a pesar de ser una mujer de recursos, escribió sus primeros libros bajo un pseudónimo masculino, James Tiptree Jr, inspirado en un frasco de mermelada. El descubrimiento de su verdadera identidad causó cierto impacto pero no frenó el éxito de sus libros entre los que destacan El último vuelo del Doctor Ain (1969) o Houston, Houston ¿Me recibe? (1976). El final de la vida de Alice parece sacado de una de sus novelas: el 19 de mayo de 1987 asesinaba a su marido para después suicidarse. La policía encontró ambos cadáveres tendidos en la cama junto a una nota en la que pareja declaraba haber hecho un pacto suicida, según el cual ambos se ayudarían a poner fin a sus vidas si el dolor asociado a las enfermedades crónicas que padecían acababa por hacerse insoportable.


Para finalizar (y variar) quería mencionar a una autora que aún sigue viva. Posiblemente os sonará porque recientemente una de sus obras, La mujer de negro (1982), ha sido llevada a la gran pantalla con la cara de Daniel Radcliffe (que a lo mejor tiene enchufe por compartir apellido con una de las mujeres de esta entrada). Susan Hill ha publicado más de 56 libros, entre ellos una continuación del clásico de Daphne du Maurier, Rebeca, titulado La Señora De Winter (1993).


Espero que hayáis disfrutado y aprendido algo de esta entrada. Posiblemente me haya dejado en el tintero una buena cantidad de terroríficas escritoras, pero si habéis echado alguna de menos dejad su nombre en los comentarios. Con vuestra ayuda y la de un bol de cereales quizás saque ideas para una segunda parte.

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