No
sé si alguien se habrá dado cuenta de nuestras intermitentes ausencias, porque tenemos
86 acólitos, pero ¿cuántos de ellos son lectores? (No va por ti, mamá).
Sin comentarios ni lectores, a Caronte le entran los calores. |
Voy
a suponer que alguno ha estado al borde de una crisis de ansiedad para parafrasear
al Dr. Frankstein: “¡Están vivas, están vivas!”. Aunque solo a medias. No vamos
a dejar el blog, para angustia de unos cuantos estas dos pesadas siguen y
seguirán en el barco, pero por motivos personales, laborales y erótico
festivos, estas semanas nos veremos obligadas a reducir el número de entradas.
Espero que los pocos que venís a visitar a Caronte lo sigáis haciendo, que las almas son su (nuestro) pan.
La
semana pasada no le hemos dado nada a la tecla, así que vamos allá. Os voy a
reseñar la primera entrega de una saga épicamente fantástica (o fantásticamente épica) con sello nacional. Últimamente son muchos los escritores
españoles que pretenden recuperar este género de la extinción, y Jorge Diez Miguélez aporta su granito de arena a la noble causa con la saga de Anheron.
Esta aún inconclusa cuatrología surge como una quimera fantástica en la que se mezclan, según el autor, elementos de la mitología griega y nórdica, de las leyendas artúricas y de juegos de rol como Dungeons & Dragons y Warhammer. Y en este afrikado mix no podía faltar la influencia de obras literarias como El señor de los anillos y Dragonlance.
Con una pizquita de esto y un poquito de lo otro, Miguelez crea Anheron, un mundo bastante bien estructurado que no destaca por su originalidad. Aunque también es cierto que los lectores del género fantástico no demandan a menudo grandes cambios, en el sistema del Señor Oscuro nos va bien. Más allá de esto, mi desconocimiento de la espada y brujería y mi aversión al agua (nunca me mojo demasiado) me impiden elaborar un juicio comparativo más profundo.
Esta aún inconclusa cuatrología surge como una quimera fantástica en la que se mezclan, según el autor, elementos de la mitología griega y nórdica, de las leyendas artúricas y de juegos de rol como Dungeons & Dragons y Warhammer. Y en este afrikado mix no podía faltar la influencia de obras literarias como El señor de los anillos y Dragonlance.
Con una pizquita de esto y un poquito de lo otro, Miguelez crea Anheron, un mundo bastante bien estructurado que no destaca por su originalidad. Aunque también es cierto que los lectores del género fantástico no demandan a menudo grandes cambios, en el sistema del Señor Oscuro nos va bien. Más allá de esto, mi desconocimiento de la espada y brujería y mi aversión al agua (nunca me mojo demasiado) me impiden elaborar un juicio comparativo más profundo.
Se nota que Anheron, sentimientos de cuero y acero es un libro deseado, no un accidente de una resaca literaria. Jorge Diez Miguélez buscó a través de un proyecto de crowfunding los fundings para imprimir sus ideas en papel. Y más que bien impresas quedaron, porque hasta en la cuidada redacción y estructuración de la novela se le notan las ganas. ¿Cómo no sentir curiosidad por esta saga cuando el autor nos la plantea desde el dramático punto de vista de los lectores?
¿No te ha pasado que siempre que lees un libro, por mucho que te guste la historia y la forma de narrarlo, siempre hay algo que cambiarías? Un personaje, una situación, algo que añadir, algo prescindible, otro final…Es algo que siempre me ha pasado con tantos libros e historias que me han encantado desde pequeño. ¿Cuál fue mi decisión? Decidí elaborar mi propia historia. Decidí crear una aventura que fuese exactamente como yo quería que fuera. Decidí escribir mi libro.
Podría extenderme más en introduciros la novela, pero si le echáis un vistazo a su página web o al blog del autor os llevaréis una mejor impresión de Anheron. En ambas dirección encontraréis enlaces a otras reseñas, citas, mapas e imágenes de los personajes.
Sinopsis
Un retumbar de tambores surca el aire interrumpiendo la engañosa tranquilidad de Klum. Sonidos que presagian acontecimientos que nadie se atreve a confirmar. Tan solo se alientan los rumores que viajantes y charlatanes, trovadores y embusteros; hombres de lengua ágil y de poco fiar, difunden entre los incautos ávidos de cualquier nueva que unas jarras de cerveza o un puñado de monedas de cobre no pudiesen conseguir.
La disfrutada paz del continente septentrional de Anheron amenaza con llegar súbitamente a su fin.
Las relaciones entre las diferentes razas se ha deteriorado con el paso de los años. La armonía que antaño caracterizó la vida en el continente de Klum se ha ido metamorfoseando hasta alcanzar la situación actual de respeto mutuo entre los pueblos, mas provocada por miedos y temores que por el ausente honor que en días lejanos regía la vida de las mismas.
Por ello la sombra que se cierne sobre Klum se antoja tan peligrosa que, si los distintos pueblos no reaccionan a tiempo, el desenlace puede ser desastroso para todas y cada una de ellas sin excepción.
Desde las no tan lejanas tierras del continente de Allundra, Lord Kharon-Rha avanza con soberbia comandando a su poderoso ejército hacia el norte. Con una insultante arrogancia ha partido de las tierras de Rha hasta plantarse en las mismísimas puertas del Reino de Ankhor. La idea de frenar su avance sin una guerra que afecte a todo el continente comienza a parecer una utopía.
Los habitantes de Klum solo cuentan con la presunción de que los antiguos valores de sus ancestros les proporcionen la fuerza y la fe suficiente para encaminarse hacia la victoria y poder seguir viviendo como seres libres del manto de la oscuridad.
Si la sinopsis os ha abierto el apetito y queréis picar algo, en este enlace podéis echarle un ojo al prólogo. Os servirá para haceros una idea de la ambientación y del estilo del autor, pero ojo, no os encariñéis con los personajes, que en las páginas de este libro no los volveréis a leer.
Y dicho esto, vayámonos de viajecito por Klum.
Reseña
La trama comienza con la llegada de Zarec a Katar (en el Reino de Ankhor, del continente de Klum, en el planeta de Anheron, dentro del universo). Este muchachete, que está en sus 20, vuelve a su ciudad natal tras 8 años alejado de ella y su familia. A lomos de Silano, su caballo, el joven va salivando ante la visión de un maternal plato de lentejas y de los bailes que se va a marcar en el Festival de la Bonanza. Pero qué carita se le queda cuando ve que de la aldea sólo quedan los cimientos y una capa de ceniza. .
Recuperado, a medias, del repentino sentimiento de orfandad Zarec se encuentra con Mykra Wisow, una antigua ¿amiga? de peculiar carácter y Trevalin Stronghammer un enano al uso, gruñón pero honorable. Son ellos quienes le cuentan a Zarec, sin mucho melodrama, cómo el pueblo fue arrasado por un grupo de orcos y goblins con muy mala baba.
Mi vida no ha sido un camino de rosas y he preferido afrontarla con ironía. Nada voy a poder cambiar, así que, ¿por qué nublar mi ánimo lamentando penas que no tienen remedio? prefiero reírme de ellas.
El dispar y confundido trío se dirige al pueblo vecino, Qeos, esperando que
Aknos, un amigo del enano les pueda ayudar. Pero esta ciudad es la siguiente en el
punto de mira del Ejército Oscuro y nuestro amigable grupo las empieza a pasar canutas. Entre estocadas mortales y patadas, se conoce gente muy interesante, así encuentran a Laslo,
un muscoloso centauro, a Erik Vidulka, un taciturno hombre del norte, a Stawnton Böwen y Berem, dos
soldados de la ciudad de Bulur con poco entusiasmo por cumplir su misión, y a otros pocos que van a quedar olvidados en estos capítulos iniciales. Ah, y aún nos falta uno más. Montado en un grifo, aparece el elegante elfo Ralán Rabesandratan, que divide la recién formada cuadrilla en una y un cuarto. Él y Berem, parten hacia Cetián, donde esperan apretarle un poco las tuercas al rey para que reaccione. La ciudad de Bulur ha caído y las tropas de Lord Kharon-Rha hacen estragos en el reino, es hora de entrar en acción, ¿no?
El
resto del grupo, que aumentará un poco más en el desarrollo de la novela, empieza a pisarle los talones a las tropas enemigas que se repliegan hacia el sur. Encabezados por Zarec y la esperanza de encontrar a sus
padres, amén de las motivaciones personales de cada uno, nuestros protagonistas comienzan una aventura que suponemos, tendrá grandes consecuencias para Klum.
La narración de Jorge Diez Miguélez es muy rica, con una
prosa un tanto arcaica pero que se adapta muy bien al contenido de la novela.
Sin embargo, creo que el autor peca de detallista. La acción no falta en el libro, pero la excesiva narración de las batallas acaba enlenteciendo la trama. Llegas a la mitad del libro con la sensación de estar corriendo por el campo de Oliver y Benji, ¿dónde está la dichosa portería?
Dije que no iba a mojar, así que sólo voy a salpicar un poco con con una breve comparación entre esta novela y la saga de El señor de los anillos. El creador de la Tierra Media y yo tenemos una extraña relación: reconozco que el universo tolkieniano está brillantemente construido, sin embargo, no puedo declararme admiradora del uso que el autor hace de la palabra. Más que escribir Tolkien describe, eso sí, de forma sublime, pero se le van demasiadas páginas en ello. Sentimientos de cuero y acero guarda similitud con esta trilogía no sólo a nivel argumental (un grupete multiracial que atraviesa medio continente para cumplir una misión, ¿os suena de algo?), sino también narrativo. Jorge Diez Miguélez emplea un lenguaje correctísimo, pero su prosa atolkieniada, como he dicho, ralentiza la acción.
Le recomiendo Anheron, sentimientos e cuero y acero a quien disfrute con el género fantástico. Creo que esta novela es una buena representante de la épica medieval en castellano, además de ser un libro que se nota elaborado con mimo y atención.
Quiero darle muchas gracias al autor por su paciencia, atención y por alguna que otra cabezadita en el tren.
Dije que no iba a mojar, así que sólo voy a salpicar un poco con con una breve comparación entre esta novela y la saga de El señor de los anillos. El creador de la Tierra Media y yo tenemos una extraña relación: reconozco que el universo tolkieniano está brillantemente construido, sin embargo, no puedo declararme admiradora del uso que el autor hace de la palabra. Más que escribir Tolkien describe, eso sí, de forma sublime, pero se le van demasiadas páginas en ello. Sentimientos de cuero y acero guarda similitud con esta trilogía no sólo a nivel argumental (un grupete multiracial que atraviesa medio continente para cumplir una misión, ¿os suena de algo?), sino también narrativo. Jorge Diez Miguélez emplea un lenguaje correctísimo, pero su prosa atolkieniada, como he dicho, ralentiza la acción.
Le recomiendo Anheron, sentimientos e cuero y acero a quien disfrute con el género fantástico. Creo que esta novela es una buena representante de la épica medieval en castellano, además de ser un libro que se nota elaborado con mimo y atención.
Quiero darle muchas gracias al autor por su paciencia, atención y por alguna que otra cabezadita en el tren.
Hola! Lo leí hace poco y me gustó un poco más que a ti, jejeje. Tengo muchas ganas de seguir con esta saga, a ver como continúa todo.
ResponderEliminarBesos!
Sí que le he encontrado el punto a la historia, pero algunas partes se me han hecho muuuy lentas. Aunque la curiosidad me obligó a seguir hasta el final entre cabezada y cabezada :D
EliminarMe alegro mucho que te haya gustado, porque realmente, a pesar de mi opinión, creo que es un libro (y supongo que una saga) bastante buena.
¡Viva la fantasía en castellano!
Ah, y muchas gracias por pasarte por el blog :D
¡Hola! No os conocía, pero ya que he venido hasta aquí me quedaré. Yo lo leí y me encantó, si que al principio esa prosa más detallista es un poco más densa pero creo que a medida que la novela avanza se va suavizando un poco. A mi me encantó el libro y como comenté en mi reseña el personaje de Myrka es sin duda de lo mejorcito. Estoy deseando leer el segundo. ¡Saludos!
ResponderEliminarMei de Corazones entre líneas.
Muchas gracias por pasarte, Mei :) Y por quedarte, que siempre hay huevo en el barco para una más, que de momento no nos vamos a hundir.
EliminarCoincido contigo en lo de Mykra, creo que ella y Laslo son los personajes que más me han gustado. No quiero hacer spoiler, pero cierta escena en la que aparecen los dos me ha parecido de lo más interesante... aunque me ha parecido un poco mal que el autor nos haya dejado tan a medias :'(
Con lo de la prosa no coincido tanto, a mí se me ha hecho un poco pesada hasta el final, aunque me han comentado que el segundo libro es más ágil de leer.
¡Un saludo!