lunes, 1 de febrero de 2016

Reseña #38: Los sueños de Helena, Eduardo Galeano e Isidro Ferrer

La semana pasada recuerdo que me enfadé con mi madre, todos los días me dice que llevo el pelo demasiado largo y que ya es hora de cortarlo. Yo le respondo que no, que es mi pelo y lo llevo como quiero pero es inevitable y cuando me quiero dar cuenta me fulmina con la mirada y mi pelo ya es corto. El jueves viajé a la India y lo cierto es que lo disfrute mucho aunque no era lo que me esperaba. No quiero decir que no me gustase, simplemente que no pensaba que estuviera plagado de rascacielos, que sus animales me hablasen y su comida produjera ese efecto tan raro en mi piel (no me resultó agradable parecer Hulk). Sin embargo anoche fue bastante tranquilo, quitando el pequeño detalle de la discusión, la fiesta sirvió para reencontrarme con un conocido de mi infancia.

Siempre termina igual, con  olor a vainilla entre paredes rosas me despierto en mi cama. Por alguna razón me gusta saber que sueñan los demás, me resulta curioso y divertido de escuchar. A mi madre le encanta contarnos sus sueños y cuando la escucho, envidio que sus sueños sean el mayor sin sentido del mundo porque los míos salvo alguna excepción son de lo mas normal. Ya que soñamos, soñemos cosas ridículas, ¿o no?

Y es que cuando dormimos, nuestro consciente también duerme, pero nuestro inconsciente permanece despierto. Es en este momento cuando los sueños y el inconsciente se conectan. No está claro si los sueños significan algo, para algunos es una manifestación de lo que nos preocupa, es el modo en que nuestros deseos y miedos quedan liberados en un mundo simbólico y lleno de metáforas.

¿Pueden los sueños contarnos algo de cada persona? Si es así, ¿como es Helena? ¿ que sueña cuando su cabeza reposa sobre la almohada?

Sinopsis

«Durmiendo, nos vio. Helena soñó que hacíamos fila en un aeropuerto igual a todos los aeropuertos y estábamos obligados a pasar, a través de una máquina, nuestras almohadas. En cada almohada, la almohada de anoche, la máquina leía los sueños. Era una máquina detectora de sueños peligrosos para el orden público.» A lo largo de su narrativa, Eduardo Galeano ha ido escribiendo los sueños de Helena, su esposa. Este libro los reúne por primera vez en una edición especialmente iluminada por Isidro Ferrer, quien ha sabido interpretar con admirables composiciones toda la belleza de unas historias soñadas para soñadores de cualquier edad.



Eduardo Galeano es un escritor y periodista uruguayo. Su obra muestra su compromiso con la realidad latinoamericana indagando en la raíces y en los mecanismos sociales y políticos de Hispanoamérica.

Sus comienzos como periodista tuvieron lugar en el semanario socialista El Sol en el que publicaba dibujos y caricaturas políticas que firmaba como Gius. Posteriormente fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época. En 1973 se exilió en Argentina, donde fundó la revista Crisis, y en 1976 continuó su exilio en España. Incluso llego a fundar su propia editorial, El Chanchito, publicando a la vez una columna semanal en el diario mexicano La Jornada.


Reseña

En este pequeño libro de Eduardo Galeano nos encontramos con los sueños de Helena, su mujer. Sueños que transmiten todo tipo de sensaciones y sentimientos, a veces son alegres y divertidos mientras que otras son mas tristes o nostálgicos. Algunos ocupan dos líneas, otros párrafos pero siempre escritos con ritmo, de una forma casi poética como si de un cuento se tratase.

Los lectores fieles a Eduardo Galeano no van a encontrar contenido nuevo dado que se trata de una recopilación de textos publicados en obras anteriores como “El libro de los abrazos”, “Las palabras andantes”, “Casa que viaja” o “Memoria del fuegos”.  A pesar de ello, es un libro muy recomendable porque cuenta con el trabajo de Isidro Ferrer. Cada sueño se acompaña con una ilustración,  ya sean dibujos, collages o esculturas que plasman lo bello de cada historia.  De hecho esta ha sido la principal razón por la que he escogido el libro, me enamoran las ilustraciones.

Para mi es una sincera declaración de amor, que alguien escuche tus sueños y decida convertirlos en una pequeña obra de arte es un gesto maravilloso. Cada sueño es diferente pero todos ellos son contados a modo de cuento y la manera en la que son narrados desprende ternura y cariño.



En resumen, es un libro diferente ya que no se trata de una novela. Pequeñas historias que se leen en media hora pero sus ilustraciones hacen que quieras contemplarlo durante un buen rato. Lo recomiendo mucho y ocupa un lugar especial en mi estantería por la ternura que me despierta. Por cierto, en nuestro blog sigue abierto el sorteo para conseguir un ejemplar de Pídele papeles a Santa Simpa.



2 comentarios :

  1. ¡Hola! ¿Qué tal van tus lecturas?

    Si tus lecturas van tan bien como lo pinta este libro de seguro eres una lectora bastante afortunada. De seguro si veo este libro en una librería no me llamará la atención, pero al leer más o menos de que va reforzamos bien el viejo dicho "No juzgues a un libro por su portada". Me llamó bastante la atención por ese aspecto original del autor con respecto a la trama (Primer libro que veo que va de esto, de los sueños de su esposa y relatos) y que tenga ilustraciones. Espero leerlo pronto ¡Muy buena reseña!

    Te mando un montón de abrazos, y me paso pronto por aquí de nuevo.
    Si te apetece, ya sabes que te estaré esperando en Más que solo libros ❤

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    1. ¡Hola!! Pues lo cierto es que este año no ha podido tener mejor comienzo en cuanto a lo que lectora se refiere. He leído muchos libros y todos me han gustado y parecido bastante especiales, espero que mi año siga siendo asi de bueno. ¡ Espero que tu también estes teniendo un año de buenas lecturas! ;)

      Es un libro muy cortito, pero es bastante diferente a lo que estoy acostumbrada. Porque nunca habia tenido un libro con estas ilustraciones y tampoco había leido algo con esta temática. Seguro que si lo lees te sabe a poco.

      Muchas gracias por pasarte por nuestro rinconcito en la red. Claro que me pasaré por tu blog. Un abrazo!

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