jueves, 30 de julio de 2015

RESEÑA #4: Como agua para chocolate, Laura Esquivel

Hace poco tiempo aún desde que la Srta. Mortis y yo iniciamos la andadura con este blog, lo que hace que aún no nos conozcáis demasiado. Pero hoy os voy a dar un dato importante ¡me encanta la comida! Jajajaja.

Me encanta comer, quedar con mis amigas para ir a conocer nuevos restaurantes y las comidas familiares, de esas en las que se unen todos alrededor de la mesa. Por eso desde el momento en que escuche hablar  de “Como agua para chocolate”, quise tenerlo en mis manos porque en un libro en el que se habla de comida nada puede salir mal. Así que este es el libro que os vengo a reseñar hoy.

Sinopsis

Aquí os dejo la sipnosis del libro:

Tita y Pedro se aman. Pero ella está condenada a permanecer soltera, cuidando a su madre hasta que ésta muera. Y Pedro, para estar cerca de Tita, se casa con la hermana de ella, Rosaura. Las recetas de cocina que Tita elabora puntean el paso de las estaciones de su vida, siempre marcada por la presente ausencia de Pedro. Y la acompañan en su apoteosis y en su tránsito a una sabrosa, muy sabrosa eternidad.




Reseña  

Tengo que decir que cuando termino de leer un libro o incluso antes de empezarlo me gusta leer reseñas y saber lo que opina el resto de la gente. Generalmente la opiniones son bastante buenas y muchas ponen el libro por las nubes, quizás mis expectativas eran demasiado altas y por eso el libro no me gustado demasiado. Puede ser por esta razón o bien porque no he comprendido la intención de la autora. Dicho esto, comencemos por el principio.

 Mamá Elena es una mujer viuda madre de tres hijas: Gertrudis, Rosaura y Tita. Tita, la protagonista de nuestra historia ha pasado una gran parte de su vida en la cocina junto con Nacha (la cocinera) por una tradición familiar. La tradición familiar dice que la hija mas pequeña no puede casarse y debe permanecer al lado de su madre y cuidarla cuando ya no pueda hacerlo por sí misma. 

 Por esta razón, cuando Pedro pide la mano de Tita, su madre no da su consentimiento. Mamá Elena le ofrece la mano de Rosaura y Pedro acepta a pesar de que no está enamorado de ella solo para permanecer lo más cerca posible de Tita. Un amor prohibido y un triángulo amoroso, así que no nos podemos quejar. Hasta aquí puedo contar. 

 Lo más novedoso del libro es la manera en la cual se plasma el amor de Tita por la comida. Tita se expresa a través de la comida y por eso cada capítulo comienza con una receta alrededor de la cual se desarrolla una historia.

La autora tiene una pluma muy ligera, su lenguaje es muy sencillo y pasas páginas tan rápido que cuando te das cuenta, ya estas al final del libro. Además la autora nos deja algunas frases muy bonitas, como esta que me gustaría compartir con vosotros:

“Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca.”.

La razón por la que no me acaba de convencer el libro, es porque a veces determinadas situaciones en las que se ven envueltas los personajes me parecen tan dramáticas y forzadas que no logro empatizar con ellos. Sencillamente, cuando a los personajes le ocurren estas cosas en lugar de compadecerles, se me apetece reír. En algunas reseñas se refieren a este libro como una novela de “realismo mágico” y quizás este tipo de lectura no esté hecha para mí. Por otro lado, quiero hacer una especial mención al personaje de Gertrudis que ha sido mi favorito desde el principio, me parece un espíritu libre. 

 En conclusión, es un libro que nos conduce a un final trágico y sorprendente con una enseñanza muy básica: amar, amar con todas tus fuerzas porque el amor es aquello que te hace seguir adelante independientemente de las cosas malas que puedan haber en tu vida. Es un libro entretenido, con el que pasar el rato pero para mi no se encuentra entre mis favoritos ni de lejos. 

 ¿Os lo habéis leído? ¿Qué os parece?



6 comentarios :

  1. Yo lo leí hace mucho y recuerdo que me gustó.

    Un saludo!

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    1. A mi me resultó entretenido pero gustar lo que se dice gustar, la verdad que no demasiado. A lo mejor tenia las expectativas un pelín altas.

      Un abrazo! Y muchas gracias por leernos :)

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  2. Cuando leí este libro recuerdo que no se me iba el gesto de extrañeza de la cara. Sinceramente, en algunas partes se me hizo un poco pesado, pero en general la considero como una lectura "curiosa". Creo que es la palabra que mejor la define jajajaja
    Por cierto, hace unos minutos dejé un comentario en otra de las entradas dirigiéndome a una sola persona y he descubierto que sois dos las que administráis el blog (soy muy despistada, en mí este tipo de cosas no son sorprendentes) así que os felicito a las dos por el blog ^^

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    1. ¡Exacto! No lo podrías haber definido mejor, yo también me quedaba con cara de "no entiendo que esta pasando aquí" jajaja. Ya tenemos algo en común, yo también soy muy despistada asi que quedas perdonada ;)

      ¡Un abrazo! ¡Y gracias por leernos!

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